El olivo, sigue un ciclo fenológico bien definido, que es crucial comprender para optimizar su manejo agronómico y maximizar su rendimiento, tanto en la producción de aceite como en la de aceitunas para conserva. A continuación, repasamos las etapas clave del desarrollo del olivo, con especial atención a los aspectos nutricionales que garantizan un cultivo exitoso.
Brotación y Floración
Marcan el inicio del ciclo de crecimiento del olivo. Durante esta fase, los nuevos brotes emergen y las flores comienzan a formarse. Es un momento crítico en el cual el árbol necesita protección contra el estrés hídrico, ya que cualquier deficiencia en el suministro de agua puede generar una caída prematura de las flores, reduciendo considerablemente el potencial de cosecha.
Para minimizar el estrés hídrico y fortalecer el proceso de floración, es fundamental aportar nutrientes clave como el zinc y el boro, que juegan un papel crucial en el desarrollo de las flores. Estos elementos, combinados con aminoácidos, ayudan a mejorar la calidad de las flores y aumentar el porcentaje de cuajado, es decir, el número de flores que se convierten en frutos.
Cuaje y Endurecimiento del Carozo
Después de la floración, el cuaje de los frutos marca el siguiente paso en el ciclo del olivo. El cuaje es el proceso en el que las flores fecundadas se convierten en frutos pequeños, y en este momento, el desarrollo vegetativo y de los frutos ocurre de manera simultánea y acelerada.
Durante esta fase, es vital mantener un suministro adecuado de agua y nutrientes para apoyar ambos procesos. El endurecimiento del carozo es otra etapa clave, ya que se relaciona con el desarrollo estructural del fruto.
Un aporte balanceado de nutrientes, combinado con aplicaciones foliares de extractos de algas y aminoácidos, contribuye al crecimiento vigoroso de los brotes y los frutos. Las algas, ricas en micronutrientes y fitohormonas, ayudan a mejorar la resistencia de la planta al estrés y fomentan un desarrollo saludable.
Maduración y Cosecha
La etapa final del ciclo fenológico del olivo varía dependiendo del destino final del fruto: para aceite o para conserva. Durante la maduración, los frutos aumentan de tamaño y, en el caso de los olivos destinados a la producción de aceite, acumulan aceites esenciales que definirán la calidad del producto final.
El potasio es el nutriente que toma mayor protagonismo en esta etapa, ya que juega un papel fundamental tanto en el crecimiento del fruto para la producción de aceitunas de mesa como en la acumulación de aceite en los frutos destinados a la elaboración de aceite de oliva. Junto con un esquema nutricional que contemple todos los nutrientes esenciales, el potasio asegura un rendimiento final óptimo, favoreciendo tanto el tamaño de la aceituna como la calidad del aceite.
Nutrición a Medida en Cada Etapa
El éxito del cultivo de olivo depende de un manejo preciso y planificado en cada una de sus etapas fenológicas. Desde la floración hasta la cosecha, cada fase requiere un enfoque nutricional específico para asegurar un crecimiento saludable del árbol y la obtención de frutos de calidad.
En Nutriterra, entendemos que cada etapa del ciclo del olivo tiene sus propias necesidades y ofrecemos soluciones especializadas para cubrirlas de manera efectiva. Nuestras recomendaciones nutricionales están diseñadas para potenciar el rendimiento de tus olivos y ayudarte a obtener una cosecha de alta calidad, ya sea para aceitunas de mesa o para la producción de aceite.